El
ser un locutor radial no es sólo un trabajo, más que ello es una pasión con la
que se va creciendo y se va mejorando en cada paso.
Hoy
en día el decidir trabajar en radio se ha vuelto muy cotidiano entre la mayoría
de personas que eligen dedicarse a ese gran labor, por el hecho de que nacen
con una linda voz o aprenden a modularla; sin embargo las consecuencias son
transcendentales, pues un verdadero locutor debe ser alguien que previamente se
encuentre en óptimas condiciones de preparación académica y que a través de la
práctica crezca no solo profesionalmente sino también como persona con el sin
número de experiencias y anécdotas, pues en esta vida se aprende tanto de las
cosas positivas que pueden ocurrir como de las cosas negativas por las que se
atraviesan.
Ahora
bien, los pasos iniciales para que un locutor consiga desarrollar sus cualidades
y capacidades para poder expresar mensajes de calidad es dejar de lado los
nervios, pues estos suelen hacer que a pesar de dominar un tema previsto el
cerebro se bloquee y pueda olvidarse de las frases anexadas conjuntamente antes
trabajadas para poder emitirlas, por ello debe tener gran confianza y seguridad
en sí mismo; además recordar que el oyente estará atento a lo que él diga, pero
mientras con más naturalidad se transmitan los mensajes se conseguirá una mayor
coordinación y sin ruidos
También,
es importante y necesario que un buen locutor comunicador, esté siempre
disponible a escuchar, oír y hablar en el momento preciso; ya que mediante esto
podrá entender los hechos actuales, las problemáticas vivenciales de un pueblo
y saber transmitirlos hacia los oyentes, para que posteriormente no se generen
más problemas y confusiones entre ellos.
Cabe
destacar que la ética, la responsabilidad al igual que la humildad son valores
que deben acompañar permanentemente en todo sentido la labor del locutor, para
que no se transmitan simples suposiciones sin antes ser revisadas por diversas
fuentes; en el caso de las noticias, todo lo que se transmite previamente se
debe confirmar, tampoco debe creerse el dueño de la verdad y el que tiene la
razón en todo; pues su función es transmitir los mensajes de manera clara y
precisa más no de interferir en la forma pensar de sus seguidores oyentes
porque al hacer esto perdería sentido la opinión pública, cada uno es libre de
sacar sus propias conclusiones y mantener su postura u optar por cambiarla, el
locutor es un emisor que sólo guiará al oyente.
No
existe mejor forma de satisfacer al público que saber escucharlo, entenderlo y
sobretodo conocerlo; el ser un radialista implica ser constante y perseverante
por tratar de interpretar la realidad de una forma más intimista, pues mediante
este medio de la comunicación como es el caso de la radio se adquieren unas
formas de percibir lo que el oyente desea saber y escuchar. El público conoce
al locutor y este a ellos mayormente solo por la voz y es mediante esta arma la
cual se generará las diversas comunicaciones y por qué no hasta
interrelaciones, pues naturalmente la audiencia se sentirá identificada con el
programa y el locutor que estuche a través de la emisora radial.
En
estos últimos años en ciertas emisoras de Perú, aún más en las regionales se transmite
de todo, en algunas desde la canción más sutil y conmovedora hasta se oyen
canciones que en vez de educar obstaculizan, en otras se transmiten noticias
algo relevantes hasta groserías e incoherencias de una persona que paga para
que le den un espacio en alguna emisora, claro está sin previa capacitación ni
ética profesional y esto no es novedad para nadie, entonces en este caso si
dicha persona no tiene la mínima educación, ni respeto hacia el público, menos
se le podría exigir que intente instruir o educar a su audiencia, la falta de
creatividad en las productoras originan que sigan al aire dichos programas
radiales, ya que si utilizarán y explotaran al máximo todos sus recursos
creativos no habría necesidad de tener que valerse de la mofa con tal conseguir
más auspiciadores y más rating. El respeto hacia la cultura, ideologías y
formas de vivir entre las que destacan sus costumbres o tradiciones debe
prevalecer entre el comunicador y esto mayormente no se enseña en una escuela o
en la universidad, sino en el hogar. Sin embargo, siempre existen excepciones,
pocas pero las hay en donde se transmiten programas creativos y de calidad que
buscan mas bien el bienestar de sus ciudadanos, de su audiencia, buscan el
progreso de su sociedad para que logre alcanzar el desarrollo.
No
se debe pasar por alto que tienen los mismos derechos las personas que son de
la capital, como los habitantes de la sierra y selva; pues todos conforman la
sociedad, todos son seres humanos libres de escuchar y ser escuchados.
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